EXHIBICIÓN ACTUAL
"La cirugía en la segunda mitad del siglo XIX"
Artículo: "La
Introducción de la Antisepsia y la Asepsia en la Cirugía.
Resistencia frente a las innovaciones científicas." Por
José María Trujillo
Con la consolidación de las técnicas anestésicas y la introducción de la antisepsia
y de la asepsia, este período histórico representa un momento crucial en el
desarrollo de las técnicas y avances en las intervenciones quirúrgicas. Si bien
todos los países europeos participaron activamente en esta nueva etapa, fueron
los de habla germánica los que tomaron un rol de mayor protagonismo. Hacia fines
del siglo, el cirujano más innovador fue Albert Billroth, quien efectuó
en Viena las primeras operaciones de faringe, laringe y estómago. A su habilidad
se le agregaba honradez y franqueza al informar los resultados obtenidos, y
un notable talento pedagógico. Su Tratado general de Patología y Terapéutica
Quirúrgica alcanzó once ediciones y sus discípulos ocuparon las cátedras
de mayor prestigio de toda Europa.
En Inglaterra, Víctor Horsley comienza a
intervenir sobre el cerebro y la médula espinal, mientras en los E.E.U.U. Reginald Fitz
contribuye a esclarecer la naturaleza de la apendicitis y Marion Sims, uno de los fundadores
de la moderna ginecología, abre la vesícula biliar. Prácticamente no hay órgano o región (con la
principal excepción de las cirugía cardíaca, apenas intentada) donde no se hayan aportado grandes progresos.
Cabe mencionar otros dos adelantos técnicos que contribuyeron a mejorar la calidad de los diagnósticos
y resultados quirúrgicos: la introducción por Ruge del método del corte por congelación, permitiendo el
examen anatomopatológico rápido, y el revolucionario descubrimiento de Roentgen de los
rayos X, que resultó especialmente apropiado para el mejoramiento de la cirugía ortopédica y
traumatológica.
En nuestro país, este período histórico correspondió a la etapa que ha sido
denominada de la "Organización Nacional". Sucesivos gobiernos de estirpe liberal -imbuidos del
pensamiento positivista vigente-, procuran impulsar los avances científicos y tecnológicos que se
suceden vertiginosamente en Europa y en América del Norte. Ciertos hechos acaecidos durante la
presidencia de Domingo Faustino Sarmiento ejemplifican cabalmente este proceso. En el año
1872 se funda la Sociedad Científica Argentina. En 1873, la Academia de Ciencias de
Córdoba (transformada en Nacional en 1878), dirigida y reglamentada en sus inicios por el sabio
alemán Carlos Burmeister, zoólogo y paleontólogo mundialmente reconocido. También se crea
el Observatorio Astronómico Argentino en la ciudad de Córdoba, cuya organización y dirección
recayó en el astrónomo norteamericano Benjamin Gould y que proveyó al mundo de la información
y el conocimiento del cielo austral, hasta entonces muy deficitarios.
También los médicos
participan activamente en esta etapa fundacional. El higienista Guillermo Rawson se desempeña
como Ministro del Interior del gobierno del Presidente Bartolomé Mitre, inmediatamente anterior
al de Sarmiento. A sus pioneros trabajos sobre higiene pública agrega un notable interés por la
extensión de las líneas ferroviarias en el territorio nacional, símbolo de los afanes progresistas.
Otro destacado médico, escritor y político, arquetipo intelectual de la llamada "Generación del '80",
fue el doctor Eduardo Wilde, presidente del Departamento de Higiene en 1898.
En este
contexto, destacados cirujanos argentinos viajan a Europa para perfeccionar sus técnicas y conocimientos,
recibiendo ávidamente las novedades que revolucionan la práctica quirúrgica. Así, Ignacio Pirovano,
con el apoyo del gobierno de Buenos Aires, llega a París en 1873, donde presencia los primeros
cateterismos cardíacos que realiza en perros Claude Bernard, así como las enseñanzas de
Louis Pasteur, entre otras actividades médico-quirúrgicas. En Londres se compenetra de la antisepsia
de Joseph Lister a través de Sir William Ferguson, el gran cirujano del King's College.
Será posteriormente, a su regreso a la Argentina, el decidido impulsor de las nuevas prácticas, así
como del desarrollo de los estudios histopatológicos y de la cirugía infantil.
Más tarde,
Juan B. Justo y Nicolás Repetto seguirán un camino similar, en este caso especialmente
en Suiza y Alemania, siendo el primero de ellos el encargado de introducir la asepsia quirúrgica
al pronunciar una célebre conferencia en el Círculo Médico Argentino en agosto de 1889, denominada
"Estado actual de la cirugía", en la cual se extendió además sobre los adelantos en la
exploración quirúrgica del abdomen y el sistema nervioso, progresos que él mismo llevó a la práctica.
Repetto, por su parte, relatará en sus memorias la adquisición de su propio aparato de esterilización
en la casa Lautenschläger, en Berlín.
Finalmente, la última parte del siglo presencia
en nuestro país la dinámica llegada de la mujer a la profesión médica, con la destacada Cecilia
Grierson, fundadora (siendo aún estudiante) de la primera Escuela de Enfermería y posteriormente
de la Asociación Obstétrica Nacional.
El Museo "Vicente A. Risolía" custodia, atesora
y exhibe buena parte del instrumental que utilizaron todos estos verdaderos pioneros de la medicina
nacional.
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